viernes, 31 de octubre de 2014

A FRESH START

Hola holita vecinitos. Qué mejor que empezar con una cita de Ned Flanders, ese entrañable vecinito de Evergreen Terrace, de los Simpsons.

Sabemos que la primera lección del manual "cómo comenzar un blog" dice que lo suyo es presentarse, pero no. Esa formalidad la dejamos a un lado, ya nos iréis conociendo poco a poco.

En primer lugar, nos gustaría comentaros cómo nació la idea de este pseudoblog. Pues bien, pongámonos en antecedentes. Somos dos jóvenes y bellos (lo mejor que tenemos es la cara) estudiantes españoles  que comparten piso. Allá cuando los hipsters ya soñaban con renovar su flamante y recién estrenado iPhone 5s, nosotros nos encontrábamos inmersos en nuestras vulgares vidas: ir a la Universidad, comprar papel do culo, volver a casa, hacer la comida a toda velocidad, echar la siesta en tiempo récord,  regresar a clase o ir a las prácticas eternas (externas) pero, ¿y todo esto para qué? Para disfrutar de la comida más importante del día, esa en la que ni estás dormido ni atorado por la falta de tiempo, esa que, si las fuerzas te lo permiten, puedes disfrutar como Dios manda. 

Aburridos de comer pescado los fines de semana (porque otra cosa no, pero a vosotros los padres parece que se os va la vida en que vuestros hijos coman pescado una vez salen de vuestro círculo de control), y cansados de que nuestros invitados a la hora de comer siempre nos viesen preparar arroz, tortellini, lentejas y ensaladas de todas las variedades posibles (y propiciadas por una economía doméstica un tanto precaria, todo sea dicho), decidimos dar publicidad a nuestras cenas. Tal y como esas personas que bombardean las redes sociales con sus "tomando un café", "de cervezas", "ummm tapas ricas" o "me acabo de comer un grano de arroz, que lo sepa toda la humanidad", nosotros hemos decidido compartir nuestras cenas. Puede que os estéis preguntado (o no) ¿y por qué las cenas? Pues porque siguiendo los horarios que marca la península Ibérica, desde las ocho de la tarde en invierno hasta las doce de la noche en verano, todo está permitido siempre que sea una buena cena. Desde una cena más colorida que la bandera del orgullo gay o más triste que un hijo de putilla el día del padre, hasta más ligth que un pellizco de monja o más pesada que un cerdo debajo del brazo. Todo está permitido. Y si no que se lo pregunten a nuestra clase política. 

Dicho esto, os damos la bienvenida a nuestra mundana vida a partir de una excusa: la hora de la cena. Así pues, al igual que hace la vaca: corred la voz y uníos a cenar, que huele a pan recién hecho!



2 comentarios:

  1. Que os vaya muy bien el blog , aqui en la casa esperamos ansiosos para ver vuestras recetas.

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    1. Muchas gracias! Acabamos de visitar el tuyo y nos encanta :D

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